¿Cuál es el origen de la salsa carbonara?

Alimentación Salsa carbonara

Es, posiblemente, una de las salsas italianas para la pasta más populares de la cocina mundial. La carbonara es cremosa, suave y con personalidad, y es, también, la protagonista de una de nuestras recetas más exquisitas y novedosas: la lasaña carbonara con queso Philadelphia. Porque en Maheso hemos querido hacer nuestra propia reinterpretación de la salsa carbonara, para aportar ese plus que tanto nos gusta ofrecer en cada una de nuestras elaboraciones.

Porque, además de popular, la carbonara, es una de las elaboraciones más customizada de las recetas italianas. Algunos la prefieren con mucha pimienta, otros sin ella, algunos con crema de leche, otros sin crema, algunos la elaboran con panceta, otros con bacon ahumado y los más puristas con guanciale (conocido como el bacon italiano). Pero, en realidad ¿cómo se hacía en su origen? Sobre su invención, como sucede con infinidad de platos de la cocina universal, hay varias teorías, más o menos documentadas.

Una de las versiones, dice que el origen de la receta original de la carbonara se ubica en los Apeninos (Norte de Italia), donde la actividad laboral más importante era la minería. Los carboneros solían comer la pasta con panceta, queso y huevo que debía comerse rápido para que no se cuajase este último. Por ello, la salsa carbonara recibió ese nombre, por los carboneros de los Apeninos. Esta versión, además, es la que cree que la pimienta negra que se espolvoreaba en los platos era un “homenaje” al carbón, también otra razón por la cual recibe el nombre de carbonara.

Pero existe otra teoría, un poco más plausible, que concreta la invención de esta salsa al cocinero Renato Gualandi. Según la web italiana Il Gambero Rosso, este chef fue el encargado en 1944 de preparar el almuerzo para festejar el encuentro entre el ejército británico y el americano en la ciudad recientemente liberada Riccione, un 22 de septiembre. Evidentemente, por aquel entonces no contaba con muchos ingredientes, pero sí consiguió algunos de los alimentos preferidos por los norteamericanos, como el tocino, los huevos y el queso. Al chef italiano se le ocurrió mezclar estos tres ingredientes y elaborar una salsa que recordara al típico desayuno inglés y británico, de huevos fritos con bacon. Al plato le añadió a última hora algo de pimienta negra para aderezarlo, lo que le otorgó un sabor excelente.

La receta triunfó, lo que hizo que Gualandi se convirtiera en cocinero de las tropas aliadas en Roma desde septiembre de 1944 hasta abril de 1945, un corto periodo de tiempo que le fue suficiente para extender la fama de la carbonara.

Pero realmente, la fama le llegó a la carbonara de la mano de Hollywood. La receta viajó a Estados Unidos y allí, empezó a aparecer en películas del séptimo arte, como en ‘’Una doncella en apuros’’ (1951), en la que hay una escena donde el patrón pregunta: “Perdone un momento, ¿puede hacer espaguetis a la carbonara? “. Ese mismo año aparece una segunda cita en el libro “Lunga vita di Trilussa” de Mario dell’Arco: “Es difícil para nuestro poeta atacar los espaguetis ‘alla carbonara’ o ‘alla carettiera‘…”.

De hecho, la primera receta escrita de la carbonara se publicó en Estados Unidos en 1952, en “Una extraordinaria guía de lo que se está cocinando en el Near North Side de Chicago”, de la escritora y periodista Patricia Bronté. Dos años después, la revista italiana “La cucina italiana” escribió por primera vez en el Viejo Continente la receta, cuyos ingredientes eran: espaguetis, huevo, tocino, gruyère y ajo.

La receta, como decíamos, ha logrado adaptarse a los nuevos tiempos con interpretaciones suculentas como la nuestra, en la lasaña a la carbonara con queso Philadelphia. ¡Deliciosa!

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