Cómo leer las etiquetas de los alimentos

Trucos

La alimentación es la base de nuestra salud, y todo empieza por la compra de alimentos que después convertiremos en sabrosos platos. Es por ello, que es muy importante saber qué compramos y para ello, hay que saber leer las etiquetas de los alimentos.

Pero, a veces estas etiquetas se nos presentan como ininteligibles. En Maheso, sin embargo, apostamos por todo lo contrario: en nuestras etiquetas establecimos el “clean label”, para dar la información de la manera más entendible posible. Porque es importante que los productos tengan etiquetas claras para que nos permitan tomar mejor las decisiones y escoger bien las especialidades.

Y es que, nos gusta declarar abiertamente los ingredientes de cada producto e indicar de forma clara y comprensible los ingredientes de los alimentos que ofrecemos. Compruébalo, por ejemplo, en nuestra lasaña boloñesa, elaborada con ingredientes de máxima calidad, sin grasas hidrogenadas, sin colorantes ni conservantes añadidos.

¿Qué mirar en las etiquetas de los alimentos?

Pero, si igualmente necesitas una guía para entender las etiquetas, vamos a darte aquí algunas recomendaciones.

Antes de nada, debemos visualizar la denominación del producto, la fecha de vencimiento o caducidad del producto, así como también, los ingredientes y su forma de conservación. Toda esta información nos ayudará a conservar mejor el artículo, y a saber si podemos guardarlo o consumirlo en breve, por ejemplo. También conoceremos qué ingredientes y materias primas se han usado. Generalmente las que van en primer lugar son las que se han utilizado en mayor cantidad. Es decir, el más presente estará primero, después el segundo, etc. Esta lista es importante por varios motivos, como, por ejemplo, para localizar alérgenos y ver, en general, la calidad del producto.

La otra parte diferenciada de la etiqueta de un alimento es la que contiene la información nutricional. Aquí veremos mucha información:

  • El tamaño de la porción:
    En esta parte de la etiqueta debemos empezar mirando el tamaño de la porción. Hay productos en los que nosotros ingerimos menos de una porción y hay otros, donde la porción indicada en el envase suele ser muy inferior a lo que consumimos. Es importantísimo entender qué tamaño de la porción y qué cantidad de porciones hay en el envase, ya que la información nutricional (calorías, sodio, fibra) se basa en esa porción.
  • El porcentaje de valor diario (%VD):
    El % de VD es una guía para ayudarnos a relacionar los nutrientes en una porción de alimento con lo que contribuyen en una dieta convencional. Nos ayuda a determinar si un alimento es alto o bajo en un nutriente: 5% o menos es bajo, 20% o más es alto. Los valores diarios se basan en una dieta de 2.000 calorías. Sin embargo, las necesidades nutricionales probablemente dependerán de cada persona, de su edad y del ejercicio físico que realice en su día a día.
  • Calorías:
    También aparece en esta etiqueta las calorías por porción. Las “calorías de las grasas” indican cuántas calorías de grasa hay en una porción. Y algo importante que hay que tener en cuenta es que, aunque un producto no contenga grasa, no necesariamente significa que no contenga calorías.
  • El aporte de grasas:
    El aporte total de grasas es importante. Por ejemplo, si queremos mantener una dieta baja en grasas lo ideal es escoger ingredientes con menos de 10 gramos de grasas por cada 100 gramos de alimento. Pero no sólo hay que mirar la cantidad, sino el tipo de grasas. Por ejemplo, si predominan las grasas saturadas se tratará de un producto desaconsejable si queremos cuidar la dieta y el colesterol en sangre, mientras que un producto cuyas grasas son en su mayoría ácidos grasos monoinsaturados y poliinsaturados será beneficioso para el organismo en conjunto.
  • El aporte de colesterol, sodio, carbohidratos, proteínas, vitaminas, calcio…
    En la etiqueta también observaremos el aporte de hidratos de carbono: también los visualizaremos por cada 100 gramos y en algunos casos, se detallan cuáles del total de los hidratos son azúcares, siendo aconsejable que la mayor parte de los productos que adquirimos no presenten más de un 10% de azúcares. Si no se describe cuáles son hidratos complejos y cuáles son azúcares o hidratos simples, podemos remitirnos a sus ingredientes y ver si presenta azúcar, fructosa, sacarosa o miel entre sus ingredientes. Si figuran estos nombres en la lista de ingredientes es porque el producto contiene azúcares simples y deben tenerse en cuenta en el caso de personas con triglicéridos altos o diabetes, por ejemplo.

Otra de la información que deberíamos saber leer de las etiquetas es si se han utilizado aditivos peligrosos. En Maheso solo utilizamos aditivos y conservantes legales, pues en muchos casos son necesarios para garantizar la seguridad del producto, y, aunque tengan una nomenclatura irreconocible, son naturales, como la vitamina C o el ácido ascórbico. Para reconocer los aditivos, lo más común es que aparezcan con una E delante y tres números más.

  • E1 y dos números más son colorantes.
  • E2 y dos números más son conservantes.
  • E3 y dos números más son antioxidantes.
  • E4 y dos números más son texturizantes.
  • E5 y dos números más controlan la acidez.
  • E620 a E635 potenciadores de sabor.
  • E901 a E904 aportan brillo.
  • E950 a E967 son edulcorantes.

En Maheso cocinamos para ti y lo hacemos como lo harías tú. Por ello, no sólo elegimos ingredientes de calidad sin grasas hidrogenadas, sin colorantes ni conservantes añadidos, sino que lo dejamos bien claro en nuestras etiquetas. Puedes comprobarlo en cualquiera de nuestros productos, como en nuestras croquetas: de cocido, de brandada de bacalao, o de jamón ibérico. Porque la salud y los hábitos de vida saludables se han convertido en la forma de vida de gran parte de nosotros. Es por ello por lo que escogemos alimentos que nos ayuden a llevar este estilo de vida saludable.

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