¿Cómo freír churros congelados en casa?

Ya sea para el desayuno o para la merienda, con café o con chocolate. Los churros son una de las especialidades dulces más típicas de nuestra cocina, y poderlos saborear cualquier día de la semana sin salir de casa es todo un placer. Conseguir unos churros crujientes por fuera, esponjosos por dentro y sin exceso de aceite es el objetivo de todos. En Maheso te lo ponemos fácil y te enseñamos a que queden perfectos. Solo tienes que seguir paso a paso las instrucciones de cada una de nuestras recetas de churros tradicionales.

Nuestra gama de churros para sartén o freidora es amplia, desde los Churros rellenos, hasta los Churros lazo receta de mamá, o los tradicionales Churro lazo, o los Lazo artesanos. Todos ellos pueden hacerse en la sartén o freidora directamente, sin descongelar.

Lo más importante para que te queden perfectos es freírlos en abundante aceite y muy caliente (a unos 180º C). Si los vas a hacer en sartén, no racanees a la hora de llenarla de aceite, porque los churros “deben flotar en el aceite”. En vez de usar una sartén también se puede usar un cazo. De esta forma, no necesitamos tanto aceite para que cubran los churros y además, no salpicamos la cocina, con lo que no se ensucia.

Sobre qué tipo de aceite utilizar para freírlos, te recordamos que el aceite de oliva virgen extra es el ideal, porque es más saludable y soporta mejor las altas temperaturas, pero recuerda que aportará ese sabor inconfundible del aceite de oliva. Si prefieres que no lo tengan, utiliza un aceite de oliva suave o uno de girasol.

Durante la fritura, que debe ser de unos 3 a 5 minutos (hasta que se doren por todos los lados), debes mantener siempre caliente el aceite. Para ello, te recomendamos que no llenes la sartén, el cazo o la freidora de churros. Fríelos de tres en tres o de cuatro en cuatro, según la capacidad del recipiente. Porque si el aceite no está suficientemente caliente, o baja repentinamente de los 180ºC deseados, los churros pueden pegarse entre ellos, y además absorberán más aceite y no quedarán tan crujientes.

Finalmente, retira los churros de la sartén, cazo o freidora, y déjalos reposar unos minutos sobre papel absorbente, para eliminar el exceso de aceite. Seguidamente, espolvorea por encima el azúcar para darles ese último toque que los dejará perfectos. Ah, y no lo hagas cuando estén excesivamente calientes, porque si no, el azúcar se puede derretir o evaporar.

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